lunes, 17 de noviembre de 2008

Vuelvo al sur (final de "Los patriotas del sur")

Verano de 1996. Después de años de rodar por el mundo, de ver las piedras y las flores, el fuego y la nieve, volví al sur. Iba con un grupo de amigos de los cuales sólo queda el Conde Martillo, quien de alguna manera me acompañó en esta odisea barrial y colegial. Era una mañana fresca, a eso de las diez. Cuando llegamos, habían instalado en los parques unos quioscos y se escuchaban los primeros acordes de las canciones. Saludé con los vecinos y me alegré porque suponía eran las celebraciones de la ciudad. Vi al cholo Cepeda atareado, organizando las cosas y también a Rodi Carabalí. Nos dimos un abrazo y me dijeron que la gente estaría pronto en el parque, que iban a iniciar la venta de cerveza y comida criolla pronto, y que todo se lo daría a la viuda. No entendí muy bien esto último. Cepeda me miró, se dio cuenta de lo que pasaba y exclamó, ¡ah!, es que tú no vives aquí! Estamos haciendo una fiesta para la viuda de Carlos, de Carlos Ríos. ¿No sabes que murió hace un mes? Murió hace un mes y esta es una fiesta en su homenaje. ¿Tú me entiendes verdad? Sí, le dije, casi por decir. Me quedé pasmado con la noticia, no sólo por lo inesperado sino por la traición del destino. Tanto gusano que hay por aquí y se llevan a Carlitos, dijo el cholo Cepeda, mientras seguía acomodando las sillas. Vente más tarde loco, con tus panas, cuando regrese la gente de la misa.

Y así lo hicimos. Por la tarde, temprano aún y con el día nublado y ventoso, el parque estaba nuevamente poblado por decenas de personas. Había música a todo volumen, la gente estaba animada por el diálogo y la cerveza y todo el mundo se afanaba en demostrar que habían conocido a Carlos muy bien. En mi mente, el recuerdo de Carlos era el de su casa esquinera, una tarde, en la que sentado en la verja, con una radio pequeña que había rescatado del basurero, yo escuchaba canciones de Roberta Flack y de Elton John, un sábado por la tarde, mientras la gente jugaba pelota; la última vez que afuera de la casa del Chugo nos tomamos unas cervezas mientras nos reíamos de lo que ya era el pasado; lo recuerdo en sus conquistas amorosas, las jugadas en la defensa, la pelea del barrio contra los aniñados, los partidos de volleyball que compartimos en el Alfaro. Pero ese día de festejo Carlos estaba nuevamente con nosotros en la boca de los demás. Luego la cosa se puso más animada y supe detalles de su muerte y entierro, cómo el Cacho Bardales, a la voz del muerto es nuestro, tomó el féretro y se lo llevó para pasearlo por bares y cantinas y que Carlitos les diera el último adiós.

Desde ese entonces el cholo Cepeda, Rodi, el Cacho, Papa Chola, Lechuga, la Huasa y quienes fueron sus allegados, cada cierto tiempo, van al cementerio a hablar con Carlos Ríos y contarle sus cosas y saber cómo sigue. Cuando el tiempo del lejano y ahora confuso norte se me acaba, vuelvo al sur, al parque de mi infancia, a los árboles y las hojas que se mueven con el viento en la mañana tibia, veo nuevamente a los patriotas colgados de los columpios bajo un cielo azul, o corriendo por los terrenos baldíos en busca de nuevas aventuras. Ahora, como tantos otros, un día domingo regreso al barrio con mi hija y la mujer que yo quiero. Como en el tango de Goyeneche que ya canté antes, yo también vuelvo al sur como se vuelve siempre al amor.


LOS PATRIOTAS DEL SUR SON

Luis Cepeda Cortéz, Julio Ronquillo, Manuel y Enrique Mendoza, Manuel (+) y Luchín Tenén Juca, Xavier y Rey Arias, “15 libras”, Joselo García, Glauco Cordero, Jaime Noblecilla, El Amigo, Cataplún, Horacio Romero, Absalón Quiróz, Omar Bajaña, Miguel y Sebastián Paredes, Marco y Antonio Nevares, Oscar Marshall, Iván Zavala, José y Toro loco, Los Pipones, los Palma, Vladimir Monge, los Bermeo, los Carabalí, “5 veces”, los Cárdenas, los Noblecilla, el “Chino” Peña y su familia, los Barahona, Leoncio Dattus, los Ricaurte, los Villacís, los Tapia, los hermanos Yerovi, John Núñez, los Bardales, Freddy Morales, Roberto Lavayen, los Medina, Fernando Endara, los Sellán, Billy Ladd, los Ruiz, los Ronquillo, los Roca, los Tomalá, Bolivín (+), los hermanos Baidal, Carlos Ríos (+), Fernando Endara, los Mayorga, Darío Lecaro, los López, los Zavala, Jorge Bonilla, los Rocafuerte, Wacho Camacho, Fabián (el heladero), “Cachete”, “Ojito” Rocafuerte, Manuel y “Big Brutus” Medina, el “negro” Mina, el “Conejo” y toda la gente de El Rodillo, Coco Avellán y los aniñados de La Favorita, Ismael Plúas, los Murillo, Freddy Jaluff y la gente de La Plazoleta, las Tenén, las Arias, las Cárcamo, las Pombar, la hermana de El Amigo, Shirley, Jackeline, María Mora (la Pequeña Lulú), las Carabalí, las Tomalá, las Quiróz, las Cárdenas, Anabelle Morales, Maritza Romero y las Golden Girl, las Baidal, las Mendoza, los alumnos y ex-alumnos del Eloy Alfaro, los padres y madres de todos, los abuelos y abuelas de todos, los amigos y vecinos de todos los del sur.


FIN DE "LOS PATRIOTAS DEL SUR"